20/03/21

Pubblichiamo le manifestazioni tenute l'8 marzo nel mondo, che mostrano la grande mobilitazione delle donne, con in prima fila in tanti paesi delle donne proletarie. Va avanti la linea e prassi del femminismo proletario rivoluzionario e la verità dello slogan: "Scateniamo la furia delle donne come forza poderosa della rivoluzione!"

8th march internationalist - CHILE: La situación de la mujer y la necesidad de la revolución (Periódico El Pueblo






Afiche difundido por la Red Feminista Revolucionaria de Cerro Navia para el ciclo de autoformación Feminismo y Revolución.
Durante el mes de enero, las compañeras de la Red Feminista Revolucionaria de Cerro Navia, Santiago, convocaron a un ciclo de autoformación sobre Feminismo y Revolución, en el hermoso y reverdecido espacio recuperado por las y los pobladores, El Jardín. Nos sumamos a esa invitación, con el mismo entusiasmo de quienes llegaron allí, convencidos de la necesidad de sumar a las mujeres populares a la lucha revolucionaria.

Por Elsa Sanchez para Periódico El Pueblo nro. 94

¿Cuál es el origen de la doble opresión hacia la mujer? ¿En qué se expresa? ¿Qué hacer? ¿Cómo organizarnos como mujeres populares? ¿Cómo nos organizamos junto a nuestro compañeros de clase? Muchas preguntas surgieron en estas conversaciones semanales. Conversaciones totalmente vivas y sentidas que estuvieron lejos de ser un debate académico. Muy por el contrario, eran preguntas y discusiones que nacían de la brega por avanzar en organizarnos como pueblo.

La convocatoria nacía del empeño por conmemorar con más fuerzas este 8 de marzo y de resolver la imperiosa necesidad de sumar a más compañeras en la discusión acerca de la forma en que se unen los problemas de la mujer con la necesidad de la revolución.

Todos los sueños se reflejan en los ojos de las mujeres populares

Las mujeres que allí nos convocamos compartimos los mismos problemas que el conjunto de las mujeres populares: enfrentar el peso de las tareas domésticas, el cuidado de hijos, padres y enfermos del hogar, bajos salarios, el sentirse invisibles muchas veces, no reconocidas, humilladas, abandonadas y también violentadas en muchas formas. Por eso, nos latía la necesidad de sumarnos para trabajar juntas -y juntos- por el camino de la emancipación.

Queremos comentar en especial sobre la sesión en que trabajamos la experiencia del maoísmo en la organización de la mujer popular. Vimos videos de mujeres combatientes de la Guerra Popular en la India y la Guerra Popular en Perú. De inmediato las preguntas que surgieron fueron ¿Cómo se logra esa disciplina? ¿esa convicción?. Nosotros pensamos que se debe a la comprensión de luchar por lo justo y de estar haciendo lo correcto y necesario.

Pero principalmente, esas exitosas experiencias de organización de la mujer campesina y obrera en el curso de los procesos revolucionarios fueron posibles tras un largo y duro camino de encaminar correctamente sus luchas, rompiendo con el oportunismo, el feminismo burgués y pequeñoburgués y manteniendo siempre presente -como punto de partida de la organización de la mujer popular- la comprensión de que sus problemas como mujer están íntimamente vinculados a los problemas del conjunto de las clases oprimidas. De esta forma, se comprende que la solución a los problemas de las mujeres no puede darse en forma aislada, sino como parte de la completa transformación de la sociedad, como parte de una revolución que construya una nueva sociedad, con la guía de la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo. Las luchas de las mujeres son parte de la lucha de clases, pues tal como dijera Mariátegui: las clases nos dividen más que el sexo.

Conocer y desarrollar las experiencias revolucionarias

Conversamos en las sesiones que se requiere partir desde una posición de clase y, por tanto, ir a las masas más pobres, fundirse con ellas, conocerlas, vivir, luchar y trabajar con ellas. Y en el caso de la mujer popular, sobretodo, levantar su moral de clase y buscar todas las formas de desarrollar su tremendo potencial de lucha.

Las clases más pobres, lejos de ser vulnerables -como les gusta decir a la sociología burguesa-, tienen una fuerza muchas veces inquebrantable. Es la fuerza con la que soportan un viejo Estado que cae pesado sobre sus espaldas, que no les resuelve el problema del trabajo, la salud, la educación de sus hijos y tantas otras necesidades de las familias populares.

Durante la sesión en la que expusimos las experiencias revolucionarias de Perú e India, hablamos de la valiente comunista peruana, Norah, combatiente del Partido Comunista del Perú que tuvo un rol clave en la organización de las mujeres y en la construcción de un Movimiento Femenino Popular, abandonando sus privilegios de clase para servir al pueblo pobre de todo corazón.

Fueron sesiones de unidad, de discusión, de afanes en común, con las cuáles nos preparábamos para las luchas por venir.

Mientras el imperialismo, el capitalismo burocrático y los latifundistas sólo saben ofrecer balas, miseria y corrupción, nos convencemos que nosotras, desde el lado del pueblo que lucha, representamos la vida y luchamos por la dignidad para nuestro pueblo. Nos sentimos más fuertes juntas y juntos. Es verdad que nuestros enemigos son tigres feroces y voraces, pero tigres de papel, que al fin serán derrotados frente al huracán popular que recorre el mundo.

¡A conquistar la mitad del cielo! ¡Desatar la furia revolucionaria de la Mujer!






8 march internationalist - Estado Espanol - El 8 de marzo para las organizaciones comunistas




¿Sigue siendo el 8 de marzo un día necesario de reivindicación? Las comunistas decimos que sí: en el marco del sistema capitalista las mujeres trabajadoras nos encontramos sujetas a unas condiciones de especial opresión basadas en la explotación asalariada y en la servidumbre doméstica que perpetúan nuestra dominación. El trabajo remunerado de las mujeres bajo el capital no supuso en forma alguna nuestra liberación del trabajo del hogar, sino que cargó sobre nuestros hombros el peso del trabajo reproductivo de la familia al tiempo que se nos reservaba un mundo laboral especialmente precario.


Hoy, en el Estado español 2 de cada 3 trabajos precarios son ocupados por mujeres, siendo el 23% de ellos temporales. Una de cada cuatro mujeres jubiladas está en situación de pobreza, casi la totalidad de personas que reciben la pensión mínima son mujeres y nos situamos en la cabeza de países europeos con mayor tasa de paro femenino. Además, la mitad de las madres solteras están en situación de pobreza. En el caso de las mujeres trans el paro asciende a un 80%, y en el caso de las mujeres migrantes, representan el 25% de las desempleadas y los trabajos a los que pueden acceder son siempre de baja cualificación y bajos salarios durante la mayor parte de su vida, por no mencionar que quedan en una situación de irregularidad administrativa una vez pierden sus trabajos y pueden ser expulsadas del país, ya que según la Ley de Extranjería, sin contrato de trabajo no pueden renovar su permiso de residencia ni de trabajo.


La situación de las mujeres se ha visto agravada con la crisis y las condiciones existentes desde la pandemia. La situación de confinamiento, la falta de medidas de conciliación o alternativas a la escuela presencial, las nuevas formas de teletrabajo o la pérdida de empleo femenino ha reforzado en muchos casos el papel de las mujeres como cuidadoras (que representan el 72% del sector de los cuidados). Pese a que hemos ocupado la primera línea en la crisis sanitaria, esta relevancia no ha repercutido de forma alguna en nuestras condiciones laborales, pues ni las empresas ni el Estado nos ha garantizado protección contra el virus: aglomeraciones en el transporte público, avalancha de ERTEs, despidos masivos, falta de EPIS… Además, esta crisis sanitaria y económica está suponiendo para muchas mujeres, la agudización de las situaciones de violencia machista dentro del hogar, viéndose forzadas a convivir con su maltratador de forma continua y permanente, como se ha visto reflejada en el incremento del 44% de las llamadas al 016 durante el confinamiento.


¿Cómo hemos respondido las mujeres trabajadoras ante estas agresiones durante todos estos años? En la última década nos hemos movilizado en contra de la violencia sexual, a favor de nuestros derechos reproductivos, contra los feminicidios y contra la Justicia Patriarcal, nos hemos organizado en nuestros barrios, en asambleas de vivienda, en colectivos feministas y sindicatos. Así, las más explotadas, las mujeres migrantes, también han comenzado a responder ante la situación de semiesclavitud a que se ven abocadas. La mayoría de estas luchas formaron parte de la convocatoria de la primera huelga general del 8 de marzo en 2018, que contó con un gran impacto social y que se sigue convocando en algunos territorios a día de hoy.


Por todo ello, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora no se trata, simplemente, de un día simbólico, de un día de celebración de las “Mujeres en general”, sino que es y ha sido históricamente una batalla por los derechos de las mujeres obreras, a pesar de que la propia ONU y algunos Estados institucionalizaron el 8M, y lo renombraron suprimiendo su carácter de clase. Pero, al final del día, las que libran la batalla en las calles, los barrios y centros de trabajo somos las mujeres trabajadoras. El origen del 8 de Marzo es nuestro; somos las hijas del ayer. Tanto es así, que el día de la mujer trabajadora fue una propuesta de las comunistas alemanas en 1910, encabezadas por Clara Zetkin para la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Este testigo se recogió por las mujeres socialistas de varios países y en el caso de Rusia, sirvió para acercar a las mujeres trabajadoras a las posiciones revolucionarias. Así, tal y como lo vivió Kollontai, el 8 de marzo de 1917 sirvió para que las mujeres trabajadoras fueran las primeras en alzar la bandera contra el Zar en el inicio de la Revolución Rusa. Las comunistas ligaron una reivindicación de los derechos de las mujeres con la lucha política por sus intereses de clase.


Así pues, las mujeres comunistas no podemos conformarnos con las reivindicaciones interclasistas, sino que tenemos que vincular el 8 de Marzo con la lucha de clases y rechazar la ideología liberal que oculta los intereses de clase entre las mujeres, precisamente porque es la postura que defiende gran parte de la burguesía, en especial las mujeres burguesas. Éstas, como históricamente han sido excluidas del poder político y económico, encuentran en el feminismo liberal una herramienta idónea para alcanzarlo: luchan por ser las jefas de una empresa, presidentas de un gran banco, defienden la igualdad formal de derechos, la “revolución feminista” a través del consumo, la libertad individual o cambios superficiales en la esfera cultural, pero todo ello sin apuntar en ningún momento a las causas reales de la desigualdad y sometimiento de las mujeres. Este discurso es incluso asumido desde las filas del reformismo y la socialdemocracia, aunque defienda de palabra los intereses de las “mujeres vulnerables” y copen los movimientos sociales. El reformismo busca equidad en las instituciones del Estado y empresas mientras que abandona a las obreras, pues no garantiza, incluso estando en el Gobierno, la paralización de los desahucios de familias obreras o la dotación suficiente a los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia de género. Pero no toda la burguesía defiende estas posturas liberales. La extrema derecha abandera las posiciones más reaccionarias contra las mujeres: persigue suprimir la Ley de Violencia de Género y todos los derechos LGTB, aumentar las jornadas parciales, flexibilizar los horarios de trabajo, asegurar el coste cero para las empresas en las bajas relacionadas con el embarazo, excluir de la Sanidad Pública a las mujeres obreras migrantes o eliminar la cobertura pública para el aborto. No hay más que ver qué desea la extrema derecha para las mujeres trabajadoras para darse cuenta de que no es simplemente una ideología y una política reaccionarias, sino el proyecto de un sector de la burguesía en un capitalismo agonizante, que busca la superexplotación de la clase obrera en general, y de las mujeres trabajadoras en particular.
Queda claro que ningún proyecto político institucional defiende la emancipación real de las mujeres trabajadoras, pues todos ellos acaban perpetuando la explotación asalariada, el servilismo doméstico y la violencia machista.

¿Pero acaso hay salida bajo la sociedad capitalista? El Estado burgués es incapaz de asumir las demandas básicas del movimiento feminista: erradicación de los feminicidios, socialización del trabajo doméstico, igualdad retributiva, protección de las mujeres víctimas de violencia de género o de las obreras embarazadas en sus trabajos. No podemos obviar que la lucha de las mujeres ha logrado avances legales, políticos y culturales, como la despenalización del aborto y del adulterio, la legalización del divorcio sin causa, etc. Pero tampoco podemos obviar que el modo de producción capitalista continúa sometiéndonos a a una violencia y explotación descarnadas, y en especial, a los millones de mujeres proletarias de los países dominados del Sur Global, que trabajan en condiciones de semiesclavitud en las industria textil, alimenticia y tecnológica, o se ven abocadas a la prostitución y al alquier de sus vientres de alquiler, todas ellas para satisfacer las demandas del mercado occidental.


Por ello, las mujeres comunistas no podemos limitarnos simplemente a apoyar las luchas inmediatas de las mujeres, sino que también tenemos la responsabilidad de ofrecer y construir un proyecto de emancipación femenina real que cuestione y supere las relaciones de producción capitalistas, que vaya más allá de la igualdad formal que nos propone la legalidad burguesa, las medidas cosméticas del liberalismo y los parches del reformismo. Debemos allanar el camino a la sociedad comunista, que no sólo abolirá el trabajo asalariado, sino también la eterna carga femenina que supone el trabajo reproductivo y la división sexual del trabajo. Y para ello sólo nos queda una vía: la participación de las mujeres en la organización revolucionaria y la construcción del Partido Comunista, pues como diría la revolucionaria alemana Clara Zetkin, la revolución socialista necesita la participación de las mujeres tanto como las mujeres obreras necesitan su completa liberación.

Mujeres obreras y comunistas, ¡derribemos la sociedad capitalista, construyamos la organización comunista!



 
8 march internationalist - Poland against reationary government






8th march internationalist - Mexico - Mujer trabajadora - Feminicidas ..






México. El gobierno de la 4T ha decidido blindar literalmente el primer cuadro de la CDMX con vallas metálicas de al menos 3mts de altura en una imagen impresionante que recorre desde el Hemiciclo a Juárez, pasando por el Palacio de Bellas Artes hasta llegar al Zócalo y el propio Palacio Nacional; de esta manera AMLO y los gobiernos federal y capitalino esperan “mitigar” la furia de las mujeres en la marcha nacional del 8 de marzo. Paralelamente, las organizaciones de mujeres han comenzado a intervenir en las vallas metálicas colocando los nombres de las víctimas de feminicidio, trata y desaparición forzada, así como consignas de lucha, flores y otras expresiones de indignación. Las vallas metálicas en México no son nuevas, sino más bien características de los distintos gobiernos antipopulares que han sido impuestos. MORENA y los reformistas espetan a los sectores de izquierda preguntando “¿dónde estaban cuando en sexenios anteriores el PRIAN destruía al país?” desde la izquierda democrática-revolucionaria le respondemos: ¡En las calles, enfrentando sin temor a los aparatos represivos del régimen, poniendo l@s pres@s, l@s desparecid@s y l@s muert@s, mientras reformistas y oportunistas jugaban -tal como hoy- a las elecciones! ¡Las elecciones no son la solución, la solución es la revolución! ¡Viva el 8 de Marzo Rojo!





Per l'8 marzo internazionalista - MOR-KIZIL KOLEKTIF - manifestazioni in tutta Europa


organizzazione che fa riferimento al TKP/ML




8MART’TA EMPERYALİST SALDIRILARA HAYIR! ÖRGÜTLENME VE MÜCADELEYE EVET!
8 Mart 1857’de New York’ta kadın işçilerin örgütlediği 16 saatlik işgününün 10 saate indirilmesi ve ücretlerde artış yapılması talebiyle yapılan grevde binlerce işçi kadın polis tarafından fabrikanın patronlarının da desteğiyle fabrikaya kilitlendi ve 129 grevci işçi kadın yakılarak katledildi.
O gün orada sınıfdaşlarımıza, hemcinslerimize yapılan katliam bugün de dünyanın her bir karış toprağında zulüm ve katliamlarla devam etmektedir. O gün dokumacı kadın işçilerin bedenlerinde harlanan direniş ateşi, Ekim Devrimi’nde, Çin devriminde, İkinci Paylaşım Savaşı’nda faşizme karşı, takip eden süreçlerde Latin Amerika’da, Vietnam’da, Afrika kıtasında, Ortadoğu’da yani dünyanın her köşesinde sınıf mücadelelerinde, devrimci ve ulusal mücadelelerde kadınların yolunu aydınlattı. Kadınlar en ön saflarda insanlığın devrimci tarihini yazdılar. Bugün bu ateş ezileninin ezileni kadınlar tarafından sınıf mücadelesi içerisinde daha güçlü, daha sarsılmaz ve daha dirençle büyütülmeye çalışılıyor.

Emperyalizm yoksulluk, açlık, baskı, zulüm demektir. Emperyalizm savaş, ölüm demektir. Emperyalizm üretim anarşisi ve kriz demektir. Dünyanın her tarafında ağır sonuçlar yaratan son kriz, artık öyle bir hale gelmiştir ki, süreğenleşmiş, idare edilebilir hiçbir yanı kalmadığı gibi, ortaya çıkan pandemi süreci ile birlikte daha da derinleşmiş, artık hiçbir pansuman tutmaz olmuştur. Krizlerin faturası her zaman olduğu gibi biz ezilen, emekçi, yoksul halklara yüklenmektedir. Sonuç; artan yoksullaşma, işsizlik, yabancı düşmanlığı, kadın düşmanlığı, ırkçı devlet politikaları ve yasaları ile artan saldırılar, kazanılmış ekonomik-politik hakların gaspı, kolluk güçlerine verilen geniş yetki ve güvenlik yasalarının baskısı altında verilen yaşam savaşı…

Savaşlar, çatışmalar ve emperyalistlerin yarattığı ekolojik kriz sonucu, yaşam ve üretim alanları tahrip edilen halklar ve özelikle kadınlar ve çocuklar göç etmek zorunda kalmaktadırlar. Göç yollarında Ege ve Akdeniz sularında boğulmaktan, insan tacirlerinin elinden kurtulabilenler ise kilometrelerce çıplak ayakla yürüyerek Avrupa’ya ulaşabilirlerse eğer, bu kez de onları uzun ve zorlu bir mültecilik yaşamı beklemektedir.

Krizden en çok etkilenen biz emekçi kadınlar, hapsedilmeye çalışıldığımız evin dört duvarı arasından, artı-değer ürettiğimiz fabrikalara kadar, hayatın bütün alanlarında baskı altında tutulmaya, köleleştirilmeye çalışılıyoruz. Emeğimiz, bedenimiz, kimliğimiz ataerkil sistemin tahakkümü altında, toplumsal cinsiyet kodlarıyla belirlenmeye çalışılmaktadır.

Son bir yıldır yaşatılan “pandemi” krizi süreciyle dünya adeta “ohal” bölgesine dönüştürülmüştür. Asgari yaşam ihtiyaçlarımızı zar zor karşılayan, çoğu kez de açlık sınırı altındaki ücretlerle taşeron, az zamanlı, güvencesiz, en kötü iş koşullarında daha doğrusu kölelik koşullarında çalıştığımız iş yerlerinde ilk işten atılan, ya da atılmakla tehtid edilen biz kadınlarız. Aile içinde ise sistemin ataerkil anlayışı tarafından, toplumsal cinsiyet kodları üzerinde şekillendirilen “kutsal annelik”, ‘’ideal eşlik’’ gibi rol ve dayatmalarla görünmeyen-karşılığı olmayan bir emek üretime mahkum edilmekteyiz. İş yerlerindeki kölelik koşulları üzerine eklenen eviçi emeğin ağırlığı ve sorumluluğu ile dört duvar arasında hapsedilmeye, toplumsal yaşamdan koparılmaya çalışılmaktayız.

Kriz öncesi ya da sonrasında, sınıfların ortaya çıkışından bu yana değişmeyen tek şey, kültürel, coğrafi, din, ekonomik ve toplumsal olarak sınır tanımayan, kadına uygulanan şiddettir. Dövülen, aşağılama, hakaret, taciz ve tecavüze uğrayan, şiddetin her türlü biçiminin uygulandığı çocuklar ve kadınlar, zorlu bir yaşam mücadelesi içinde, bu da yetmezmiş gibi her an katledilme korkusu ile yüzyüze kalmaktadır. Hiçbir gün yoktur ki kadınlar öldürülmesin. Özellikle direnen, devrimci ve komünist kadınlar devletlerin şiddetine maruz kalmaktadır.

Biz işçi-emekçi kadınların var olan bu sistemle barışık yaşam şansı yoktur. Yüzümüzü ezilenlerin mücadelesine çevirmekteyiz. İnsanlık tarihi olan, sınıf mücadeleleri tarihi göstermektedir ki, kadınlar kendilerine dayatılan bu koşullara boyun eğmemiştir, başkaldırmış, direnmiş, mücadelerin en önünde savaşmıştır. 8 Martın anlamını yaratan bu tarihtir. Kadınların ezilenin ezileni olmasının nedeninin emperyalist kapitalist sistem ve onun bileşeni ataerkil anlayışı olduğunun bilincinde olan devrimci, komünist kadınlar, kadının kurtuluş mücadelesinin ancak sisteme karşı net ve kararlı bir duruşla mümkün olacağını haykırmışlardır her yerde grevlerde, fabrikalarda, sokaklarda, ulusal savaşlarda, halk savaşlarında elinde silah çatışarak son mermisine kadar toprağa düşerken. Son olarak Rosa ve Asmin’in can bedeli kavgasında, inancında, kararlılığında görüldü bir kez daha. Onlar sisteme ve ataerkilliğe karşı mahkum edilmeye çalışıldıkları duvarları, halk savaşı saflarına katılarak, savaşarak parçaladılar, kadının emeği, bedeni, kimliği üzerindeki tahakkümün nasıl paramparça edildiğini gösterdiler biz kadınlara. Zamanında ‘’önce kadınları vurun’’ diyen generalin kadınlardan, kadın özgürlük mücadelesinden korkusu bugün de gerilla cenazelerine yapılan işkencelerde görülmektedir. O kadar ki cenazelerin başları kesilmektedir. Korkuları yersiz değildir. Ezilenlerin öfkesi büyümektedir, biz kadınların öfkesi büyümektedir. Bu öfke birgün egemenlerin suratında bir tokat gibi patlayacaktır.

Ve bir kez daha altını çiziyoruz ki; biz işçi-emekçi, ezilenin ezileni kadınların kurtuluşu, kadını-erkeğiyle sınıfsız, sömürüsüz, savaşsız bir dünya yaratma mücadelesi ile, emperyalist-kapitalist sistemin tarihin sayfalarına gömülmesiyle mümkün olacaktır. Bu anlamıyla tam 164 yıl önce dokumacı kadın işçilerinin yaktığı direniş ateşini yükseltmek biz emekçi kadınların tarihsel bir görevidir. O zamandan bu zamana, onlardan devraldığımız bu mirasa sahip çıkmak, bu ateşi yükseltmek, 8 Mart’ın ışıklı yolunda ezilen emekçi kadınların kurtuluş mücadelesini omuzlamak bizim onur mücadelemizdir. Biz MOR-KIZIL KOLEKTİF aktivistleri, 8 Mart 2021’ de direniş ve mücadele günü olan Dünya Emekçi Kadınlar gününde alanlarda, sokaklarda olacağız, sloganlarımızı haykıracağız, kavga türkülerimizi söyleyeceğiz, hem de öyle yüksek bir sesle ki duyacak dünyanın dört bir yanında direnen, savaşan kadınlar sokaklarda, alanlarda, fabrikalarda, zindanlarda, dağlarda.

Tüm ezilen, işçi ve emekçi kadınları; bugün, bu pandemi sürecinde yaratılmak istenen sessiz ve sakin sokakları, haklı ve meşru öfkemiz ile örgütlemeye, mücadelemizi büyütmeye çağırıyoruz.

YAŞASIN 8. MART DÜNYA EMEKÇİ KADINLAR GÜNÜ!

Mart, 2021

MOR-KIZIL KOLEKTİF


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